lunes, 17 de septiembre de 2007

Lo mejor del fin de semana

Comenzó de lo mejor. El viernes en la noche estaba invitado a casa de Alejandro y María José. Aún tenía dudas si en realidad nos veríamos, pero casi a las 7pm recibí la llamada confirmando. Rápidamente agarré autobus, tren y autobus ... y tardé casi 3 horas en llegar! La madre de todas las perdidas. Agarré el autobus en la dirección equivocada. Me dí cuenta cuando luego de estar viendo por 15 minutos negocios con nombres chinos y hasta ceremonias religiosas... ahí mismo me bajé y esperé un autobus en sentido contrario. Me dejó en downtown a eso de las 9pm. ¿Recuerdan que les dije antes que me sorprendía que de día casi no había gente? ¡Imagina como era a las 9pm! ¡Desierto! Yo en realidad un poco asustado, pero al rato llegó el fulano bus y me llevó a destino.
En la reunión cantidad de venezolanos. Al mi parecer muy exitosos todos. Ansiosos de darme recomendaciones y tips para facilitar mi adaptación. Por ejemplo, varios me comentaron que no me desesperara, que el proceso de entrevistas puede durar entre 3 y 6 meses... ¡caraj! Luego uno tuvo la amabilidad de llevarme a la casa, ahorrándome otras 3 horas y varios sustos más.
El sábado y domingo estuve viendo apartamentos donde mudarme. El que me gustó más tenía una lista de interesados grande, así que como si fuera un padrino, le hice a la chinita dueña "una oferta que no pudiera rechazar"... la cual aceptó! Así que el 1ro de octubre me mudo al apartamento donde llegará el resto de la familia. Ya enviaré fotos cuando tenga una cámara. Tengo el contrato firmado, lo cual me simplifica un poco toda la logística, porque tener una dirección es muy importante. Ahora tengo que luchar por el siguiente documento más importante: la licencia de conducir.
Luego el domingo en la tarde, ya como a las 4pm, cuando por costumbre comienzo a prepararme para la mañana del lunes, mis anfitriones me dice, vámonos a pescar. Casi dos horas de camino en una autopista enorme y fabulosa, donde se veían uno que otros carros. Los amigos (papá e hijo) se pusieron a pescar en un río frente a unas hermosas montañas rocosas, mientras había sol. A eso de las 8 emprendimos regreso a casa. Na'guará, jamás se me hubiese ocurrido plan alguno un domingo a las 4pm. Hoy cenamos la trucha que pescaron, sabrosa.