Sin haber podido usar su tarjetita de crédito, sin haber esquiado, sin haber visto a un venadito o a un osito, y luego de haber dado dos vueltitas a la cuadra con el perrito Loonie, una mañana de domingo, se regresó MEO para Macondo.
Atrás quedaron los baños laaaargos, las idas al supermercado, el show de Oprah, las lavadas, el cuidar de la casa, de los chamos, del perro. Se regresó pues, no tenia mas remedio (ni real y medio). Y aunque sus maletas se fueron llenas, acá nos dejó que si una media, una camisa, una panti... pero nada que combinan. Nosotros quedamos ordenando las medias (creo que ella se llevó una de cada par, solo para joder un poco). Las camisas mias se las puso a Juan y las pantaletas de MES se las puso a Amelita... en fin, seguro la próxima vez será mejor ;-)
Nos dejó la casa llena de alegría, llena de calor familiar; espontánea y auténtica, como solo ella puede ser. Todos disfrutamos demas con ella, hasta Loonie la extraña.
MEO esperamos vueltas pronto. Te queremos :-)
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