lunes, 7 de septiembre de 2009

Santa Fe

Haciendo gala de un profunda ignorancia financiera, de nuevo, he procedido a aumentar considerablemente la deuda que tenemos con los bancos. No termino de acostumbrarme a esta (nueva?) sensación de deber tanto dinero.
El asunto es que el carrito que teniamos estaba en mala forma y sus dueños no son muy buenos en eso de arreglarle fallas. Por ejemplo luces amarillas y rojas del tablero se encendían cuando les daba la gana, sin razón aparente. Cuando fuimos al mecánico, nos recomendó cambiar una pieza que costaba casi que un sueldo mio. Así que en vísperas del frío que nos espera, decidimos pagar por tener tranquilidad. Realmente fallas del carro en medio del invierno es algo que queríamos evitar a toda costa.
Los chamos encantados con el carrito, que huele sabroso, a nuevo. Yo intento no pensar mucho en la deuda y cruzo los dedos para que dure tanto que Juan y Amelita puedan aprender a manejar en el Santa Fe.

En otro orden de ideas, quisimos arreglar algunos detalles sencillos de los cuartos de los chamos, para que cuando regresaran de vacaciones se encontraran con una sorpresita. Por supuesto fuismo a IKEA que ademas de barato, vende cosas que parecieran que hasta yo soy capaz de instalar. El asunto es que nos encontramos con algunos retos y dejamos la pared cual queso gruyere. Al final parapeteamos el asunto y ni tan mal se ve. Por supuestos los chamos casi ni notaron los cambios en su cuarto. Como dijo el cantante, es que es muy duro pasar, el Niágara en bicicleta.



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