Navengando por el Bow

Uno de los atractivos del verano por estos lares es la oportunidad de navegar por el rio Bow, que lentamente serpentea atravesando la ciudad. Desde que me enteré que era posible, quería hacer la travesía con la familia.
¡Y lo hicimos! Gracias a Fernando y Ana, quienes año a año organizan la actividad, y en esta oportunidad tuvieron a bien invitarnos. Así que fué un bonche lleno de venezolanos: 50 caraqueños, maracuchos y hasta de Puerto La Cruz algunos habían. Niños, adultos y mayores, sin importar, nos montamos en las balsas, tomamos los remos y nos embarcamos tranquilamente por río. Tres horas y media, sin peligros, tranquilos y disfrutando.

Claro pagamos algunas novatadas. Apenas salimos en las otras balsas sacaron pistolas de agua (mas bien escopetas de largo alcance) y comenzaron a mojarnos sin contemplación. Nos defendimos con unos pequeños baldes de cotufas que llevamos, hasta que fuimos abordados! Caramba, los tipos se metieron en la balsa y en un santiamén nos quitaron los baldes y se fueron. Cuando nos recuperamos intentamos hacer lo mismo, Juan Fran se estiró intentando recuperar algún balde, cuando fue ¡raptado! La balsa pirata se lo llevó y hasta que no les lanzamos comida no nos lo devolvieron. Intenté que se quedaran con él y me lo devolvieran a los 18 años ya graduado, pero no quisieron.

En fin, la pasamos estupendo, y queremos compartirlo con todos ustedes. Tanto así que quizás lo repitamos con Luisa, Isabela y Carlos E. cuando vengan a visitarnos.Como podrán constatar algunos de los incrédulos, hay días en Calgary que se puede vestir shores y franela (sin pasar mucho frío).